Narcisismo, cuerpo y su impacto en el lazo social
por Laura Vello · lvellio@yahoo.com.ar
Cuando la sobrecarga del yo traspasa cierta medida, hay que comenzar a amar para no enfermar, enfermamos cuando una frustración impide amar”1.
Me resultó oportuna la propuesta de Cartel de Publicaciones, para volver a recorrer vía la escritura, trabajos que hemos venido realizando en la Efla a partir del Seminario a nombre propio: Lalangue, propia o la extranjera? que dictamos en la Escuela en 2022 con Silvana Tagliaferro.
Abordaré el Narcisismo en relación a la conceptualización del cuerpo, y su impacto en el lazo social.
El cuerpo es escena y escenario de la constitución del sujeto. La conquista del espacio, comienza con el cuerpo como escenario del dicho.
El lenguaje preexiste al sujeto. El Otro primordial que transmite el lenguaje, inscribe las marcas de amor, deseo y goce; funda el cuerpo erógeno en el infans.
Es en la búsqueda de reencuentro con la primera experiencia de satisfacción que el sujeto vive el desencuentro discordante e inadecuado en relación al objeto perdido. Dirá Lacan que hay una marca de la huella que deja el objeto.
Un cuerpo metafórico, cuenta con el falo, porque hay vacío de significación, dado que hay relevo de la ausencia; implica la errancia, el lapsus, el doble sentido, y el pase de sentido.
El cuerpo está en relación a lo que afecta, implica una debilidad. El nudo le permite a Lacan, recobrar importancia de lo imaginario, pensar otra corp-sistencia: que otorga plasticidad al nudo. La consistencia imaginaria del cuerpo hace de freno, dique, punto de fijación que posibilita la construcción de la trama, de la novela familiar.
El cuerpo es el soporte de lo que no funciona. La adquisición de la lengua materna nos afecta y somos efecto de ella. La lógica del significante nos plantea cierta errancia, una mentalidad sostenida en una ficción.
Cuerpo discursivo - Dispositivo analítico - Lazo social
En Seminario Encore, Lacan habla de la dit mansión: cuerpo discursivo como tejido de identificaciones.
Lacan apelará a la topología, para dar cuenta del sujeto a partir del anudamiento RSI. Para que exista cuerpo debe haber una superficie mental de tres registros anudados borromeicamente (en la Neurosis). El nudo es efecto de un decir, una forma de escritura, que es la práctica de una pérdida.
Lacan recurre a la topología para dar cuenta de lo que ocurre en la clínica, a partir de las operaciones psíquicas que intervienen en el cuerpo. El cuerpo es tórico, soporta transformaciones: lo que estaba en el interior, pasa al exterior. El cuerpo surge como efecto de esta operación de retornamiento.
Lalangue introduce una pérdida de completud, donde el sujeto del inconsciente da cuenta de cómo se arma el cuerpo a partir del entramado identificatorio. Entramado en el que el golpe de lalangue introduce una pérdida inagural que separa el cuerpo del organismo.
En el dispositivo analítico, el cuerpo se despliega como trama, en la que la novela familiar enhebra escenas en una realidad que se torna fantasmática.
La práctica analítica se orienta hacia lo real. Cuando la angustia irrumpe en el cuerpo, algo de lo real pasa al dispositivo, requiere del tratamiento por la palabra. El analista halla en las huellas de la repetición una vía a seguir. Algo retorna como efecto de lo real, de lo inaccesible del inconsciente, que no cesa de no escribirse.
Hay sentidos ficcionales que velan lo real, para que el mundo sea habitable. El trabajo analítico consistirá en desandar el camino balizado por las marcas de escritura de la historia del sujeto.
La repetición es una marca a seguir por parte del analista, algo de lo real retorna, algo de lo inaccesible del inconsciente.
El psicoanálisis es la experiencia que trabaja con una realidad discursiva que habita al sujeto.
La apuesta analítica, encontrará su orientación en otra versión de un relato posible.
1 FREUD, S. Introducción al Narcisismo. Obras Completas, tomo II. Ed. Biblioteca Nueva, 4°ed, 1981. Pág. 2024.